Nos ponemos en marcha hacia el norte, siguiendo la carretera de la costa. Este trozo no tiene demasiados sitios de interés, más que el paisaje en general, así que avanzamos rápidamente.
Hacia la una del mediodía llegamos a nuestro destino, el Parque de Punakaiki, donde se pueden ver las Pancakes y los Blowholes, unas extrañas formaciones de roca y pozos que el oleaje convierte en chimeneas de agua.
Pero antes de visitar el parque preferimos aprovechar el calor del sol y alquilamos unas canoas. La experiencia resulta inesperadamente divertida e interesante. Aunque el rio en cuestión no tiene dificultad alguna, para unos novatos como nosotros los rápidos (más bien agua ligeramente agitada) son una gran aventura. Vaya, que nos lo hemos pasado en grande remando contracorriente y esquivando troncos y piedras.
Después de visitar las rocas Pancakes con la puesta de sol, hemos seguido la marcha hacia Kaikoura, donde esperamos ver ballenas, por el Levis Pass.
