En el Milford Sound teníamos contratado un crucero turístico, que recorre el fiordo hasta mar abierto. Durante el paseo los delfines navegan al lado del ferri surfeando las olas que este abre a su paso; para mi que les tienen a sueldo! Nada mas zarpar ya había un grupo de delfines esperando para ser objetivo de los paparazzi. Pero de todos los paparazzi que había en el barco Jordi fue el que acertó pillando al delfín en pleno salto, eso si, después de mas de 50 intentos. El fiordo, impresionante, como todos los paisajes en esta Isla! Cascaditas por aquí, glaciares por allá, vamos 2 horas de navegación con la boca abierta.
Después de comer algo (es lo que tiene la auto caravana, cuando tienes hambre paras y comes allí donde estés) emprendimos el regreso por los 120km de carretera esta vez sin prisa alguna. Nos paramos en alguno de los infinitos paseos que hay y nos metimos en un bosque que parecía encantado.
Y ya anocheciendo nos dirigimos hacia Quenstown donde teníamos previsto realizar el Bunjy Jumping de Nevis, un salto al vacío de 134m. Pero la verdad después de mucho reflexionar (cosa que nunca se debe hacer en estos casos) solo el Jordi se ha decidido. Yo me he cagado, os podría dar mil explicaciones pero la única verdad es que no me apetecía nada todo el nerviosismo de un salto así! Ya os pondremos el video del salto de Jordi, esto promete. De momento os dejo una foto de Jordi mentalizando se esta madrugada. Y el resto nos iremos a dar un paseo a caballo, que seguro que será espectacular, como todo en estas tierras.
